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lunes, 4 de octubre de 2010

El muerto que no existe


Ya escribí sobre el valor de los muertos para los medios. Hoy quería ocuparme nuevamente de este tema, pero yendo un poco más adentro de los mismos medios, ya que el muerto (asesinado en realidad) es un periodista.

Se imaginan la reacción de los grandes periodistas, los de más renombre, aquellos que no le deben explicaciones a nadie por lo que dicen o dejan de decir. Marchas multitudinarias, pedidos de justicia, aprovechando el inmenso poder comunicacional de sus puestos de trabajo.

Se equivoca, NADA de esto pasó. El muerto parece no ser un periodista, no parece ser una persona, no parece que vaya a tener cobertura mediática su caso. En definitiva, no aparece. Como otros tantos crímenes de este país que no aparecieron en los medios, justamente porque no aparecían. “No tiene entidad, No está ni muerto ni vivo, es un desaparecido”(Jorge Rafael Videla sobre los desaparecidos)

Hagamos memoria a corto plazo.

Luego de los escraches en afiches callejeros a distintos periodistas argentinos, varios de estos concurrieron al Congreso de la Nación para expresar su repudio, su “miedo” y para pedir por la libertad de expresión, etc., etc., etc.

Una de las exposiciones de ese día las brindo Joaquín Morales Solá quien aseguró estas acciones generan "un clima de incitación a la violencia y al homicidio". "No nos van a callar, aún si esta saga tiene que terminar con un muerto", sentenció el columnista del diario La Nación y empleado de Grupo Clarín.

Pues bien, la historia ha terminado con un periodista muerto en Argentina, pero, ¡oh casualidad!, el señor Morales Solá no se mostró espantado por lo sucedido, ni mucho menos volvió al Congreso a pedir por la seguridad del gremio de prensa.

¿Por qué? Vaya uno a saberlo.

A continuación les transcribo un comunicado de Fopea : “A un mes del asesinato del periodista Adams Ledesma, el Foro de Periodismo Argentino (Fopea) reitera su reclamo por el esclarecimiento de este aberrante hecho, ocurrido el 4 de septiembre de 2010 en la villa de emergencia 31 bis del barrio de Retiro. Asimismo, lamenta la casi nula cobertura en los medios de comunicación y la alarmante falta de compromiso por parte de la dirigencia política del oficialismo y de la oposición”.

“Frente a la gravedad de la situación y a la falta de visibilización del tema, Fopea ha creado una comisión de seguimiento de la investigación –integrada por varios periodistas miembros de la entidad- en busca de dilucidar las razones y las responsabilidades que se esconden detrás de este crimen. La comisión ya se encuentra trabajando para echar luz frente a la oscuridad que rodea a este asesinato, intentando averiguar además si su muerte tiene relación con la tarea que como periodista realizaba en la villa donde vivía. Todo esto, sabiendo que resulta casi imposible separar su trabajo periodístico con el rol social que Ledesma desarrollaba en el lugar”

¿A que el nombre Adams Israel Ledesma no te suena para nada? Seguramente no. Ledesma era un comunicador social “villero”. Era director y conductor del noticiero de Mundo Villa TV, la primera señal de cable de la Villa 31 Bis, y editor además de un periódico en papel también bajo el nombre “Mundo Villa”

Ledesma, construyó una red comunicativa alternativa que cuenta con corresponsales en 14 de los barrios más marginales de la ciudad, priorizando noticias propias de cada villa. Cubren la agenda más urgente, por lo general reclamos que tienen que ver con la falta de urbanización (cortes de electricidad, precios de las garrafas) y además eligen las historias que quieren contar de cada barrio.

Entre algunas de sus frases mediáticas podemos encontrarnos con una que dejó en una entrevista que le realizó el diario perfil “Vamos a hacer periodismo de investigación, a filmar a los famosos que vienen en 4x4 y BMW a comprar droga”( http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0501/articulo.php?art=24079&ed=0501)

Nadie puede asegurar o desmentir que su muerte no haya sido a causa de su función periodística en los barrios carenciados. Por esa misma causa, resulta extraño que todos los periodistas que tan valientemente se acercaron al Congreso de la Nación a reclamar por sus vidas y las vidas de todos los periodistas argentinos, ya que corrían riesgos serios de encontrarse con una bala por la vida, no hayan pegado el grito en el cielo sobre este asesinato.

No todos los muertos valen lo mismo. Ni para los medios, ni para Joaquín Morales Solá.

Algunos hicieron algo y otros “algo habrán hecho”.

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