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jueves, 7 de octubre de 2010

Buscando a Teseo


Hoy estoy particularmente cansado. Me explota la cabeza. Pienso y pienso y vuelvo a pensar las cosas una y otra vez. No puedo encontrarle la vuelta. Me encuentro en el laberinto y siento al Minotauro como una presencia eterna. Nunca voy a salir del encierro. Y si en una de esas logró por fin reencontrar el ovillo de Ariadna, aparecerá el monstruo y me liquidará.

Me surgen preguntas con una incontinencia mental llamativa, ¿Es una cuestión humana? ¿Saldremos alguna vez? ¿Son los dioses terrenales que manejan el mundo tan poderosos que no podemos derrotarlos? ¿O sencillamente somos nosotros los humanos nuestros propios Minotauros?

Lo único obvio para mi hoy, es que los medios, esas fantásticas corporaciones de loros que se dedican a repetir mensajes a lo largo y ancho del mundo, nos manejan como quieren.

¿Alguno puede notar alguna diferencia entre un ladrón que te quita el dinero de otro? ¿Es posible distinguir entre la gravedad de un genocidio y otro? ¿Notar la diferencia entre tiranos?

Con un poco de sentido común más de uno podría responder que es capaz de responder estas preguntas. Inclusive yo diría que tengo algo que contestar a estas inquietudes. Pero reconozco que muchas veces no es así.

Vayamos al ejemplo de un robo. Sabemos que es la acción que comete alguien que toma aquello que no le pertenece sin el consentimiento del propietario, o para ser más precisos, “Delito que se comete apoderándose con ánimo de lucro de una cosa mueble ajena, empleándose violencia o intimidación sobre las personas, o fuerza en las cosas”. [1] Entonces tomado este ejemplo, ¿Qué diferencia hay entre un ladrón común y corriente y los bancos que en Argentina no devolvieron el dinero durante la crisis 2001? ¿O con las grandes firmas de inversión que pidieron U$S 700 millones en los EE.UU. para salvar sus propios desastres y desatinos? Posiblemente ninguna, pero debe haber alguna distinción entre uno y otro.

Sigamos.

Tomemos entonces el ejemplo del genocidio, la persecución y confinamiento por motivos de raza, religión o cualquier otro rasgo social. ¿Podemos seriamente diferenciar las brutalidades nazis contra los judíos, de las cometidas por los turcos contra los armenios, o la guatemalteca contra su propio pueblo, o por ultimo la del estado de Israel contra los palestinos, entre otras tantas? A simple vista parece que no, pero debe existir alguna razón para que no tengan similitud.

Continuemos entonces.

La tiranía. Por definición “Abuso o imposición en grado extraordinario de cualquier poder, fuerza o superioridad”[2], entonces ¿Cuál es la gran diferencia entre aquel malvado comunismo del cual fue salvado el mundo y este salvaje capitalismo que provoca cada día más desigualdad entre las personas? Tampoco logro captar lo distinto.

¿No será que así es como quieren que veamos las cosas? ¿Es posible que se hayan adueñado del mundo y dicten las formas de pensamiento por cadena internacional a través de cientos de miles de repetidoras y por ende, a millones de cerebros?

Posiblemente sea así y tengan que pasar muchos hasta que aparezca el Teseo que maté a la bestia y encuentre el ovillo de Ariadna.

Si alguien lo ve, avísenle que lo estamos esperando.


[1] Diccionario de la Real Academia Española

[2] Diccionario de la Real Academia Española.

Imagen de la escultura de Teseo y el Minotauro de Canova

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